La república de Ruanda forma parte de la región de los Grandes Lagos, situada entre Burundi, Uganda, Tanzania y la RDC o Congo-Kinshasa. Testigo de una de las más grandes matanzas de la historia contemporánea, Rwanda se encuentra dividida en tres grupos étnicos: los twa, los hutu, y los tutsi.
Los twa fueron los primeros en asentarse en la zona (desde el año 2000 a.C.); mil años más tarde llegaron los hutu, quienes iban en busca de tierras más fértiles. Finalmente, hacia el final de siglo XV llegaron los tutsi, quienes también venían en busca de nuevas tierras. Antes de su llegada, los hutu y twa vivían ya en una organización sociopolítica basada en clanes, siendo estos últimos solo el 1% de la población, cifra que se mantiene hasta la fecha. Sin embargo, la llegada de los tutsi, un pueblo muchísimo más numeroso (9% de la población) y con una gran actividad ganadera, significó una amenaza para el pueblo hutu.
El enfrentamiento y posterior matanza entre estos dos grupos étnicos tiene como primer antecedente la caída de la URSS. La desaparición de la Unión Soviética dejó a los Estados africanos sin su principal referente político, y los regímenes totalitarios perdieron su justificación. Países como Estados Unidos y Francia, así como la participación del presidente de Uganda, Museveni, alentaron al pueblo tutsi a buscar participar también en el poder, dando inicio a una lucha contra los hutu por el control del Estado, lo cual se intensificó aun más con la llegada del colonialismo belga.
Bélgica favoreció la entrada tutsi a la administración de Rwanda, y el ascenso de los mismos en los principales puestos; dio inició un proceso de centralización, que comenzó a polarizar los grupos, la era colonial sirvió para transformar una jerarquía social en un antagonismo étnico, ser hutu, o ser tutsi, asumió nuevas connotaciones asociadas a la proximidad a la “corte central”, se convirtieron en etiquetas políticas, hasta el punto de determinar la forma de vida de una persona.
La consolidación del poder tutsi, asó como el régimen colonial belga alcanzaron su punto máximo en 1931. La preferencia belga sobre los tutsis se reflejaba incluso en las oportunidades educativas. Los tutsi adquirieron un enorme poderío en poco tiempo, respaldado por la historia mítica de su supremacía difundida por los belgas, la élite tutsi, y la propia Iglesia.
Sin embargo, después de 1945, los belgas se vieron obligados a elegir entre una élite tutsi cada vez más poderosa, que comenzaba a amenazar el régimen, y una mayoría hutu, que había adquirido importancia económica y había desarrollado su propia clase media; todo esto aunado al sentimiento anticolonialista que había dejado tras de sí la Segunda Guerra Mundial, lo cual implicó un enorme cambio en la participación de Bélgica en Rwanda, siendo la mayoría hutu la más beneficiada con ello.
Poco a poco, los tutsi fueron retirados de sus cargos en el Estado con el argumento de un principio democrático del régimen de la mayoría. El contexto pasó a definirse entre opresores (tutsi), y oprimidos (hutu), siendo estos últimos los que recibieron así más ayuda para lograr sus fines “democráticos”. Se establecen de esta forma cuotas tribales, en donde, si la población tutsi ocupaba un 9% del total nacional, iba a ocupar un porcentaje proporcional en el Estado.
Ante esta crisis, tanto hutus como tutsis, utilizaron todos los medios posibles por mantenerse, y la propaganda fue base en ello. Ambos grupos intentaron manipular la opinión pública, y comenzaron a prepararse así para un posterior uso de la fuerza; comenzaba así una nueva etapa en la historia de Rwanda, primero bajo el mandato de Kayibanda, e intensificándose con Juvenal Habyarimana.
La lucha comenzó a transformarse, los hutus comenzaron a tener subdivisiones en su interior. Los hutus ubicados en área septentrional, y simpatizantes de las ideas más radicales de Habyarimana, comenzaron a construir una élite que excluía del poder a los hutus del sur.
La “revolución” de 1959 puso fin totalmente a la hegemonía tutsi, y significó la expulsión de estos de Rwanda. La cifra fue aumentando año tras año gracias a esta “limpieza étnica”, y para 1990 un millón de ruandeses eran ya obligados a vivir fuera del país.
Aproximadamente treinta años el poder fue detentado por los hutu, mientras que los tutsi residían ahora en los países colindantes: Uganda, RDC, Burundi.
Por un momento, la idea de regresar a Rwanda no fue el principal propósito tutsi, sin embargo, su participación en la invasión armada de Uganda los convirtieron en enemigos de este país, empujándolos de nuevo a buscar regresar a su país.
Aparece entonces en Frente Patriótico Ruandés (FPR), en torno al cual se organizaron los exiliados, emprendiendo el regreso e “invasión” de Rwanda, la cual se encontraba con cierta inestabilidad política. Los planes de paz comienzan en Arusha (Tanzania) en 1992, en los cuales también se establecía la creación de un gobierno de transición ampliamente representado, que permanecería en el poder un máximo de 22 meses, al final de los cuales se celebrarían elecciones multipartidistas. Sin embargo, estos acuerdos no tuvieron el resultado esperado, y fue utilizado para los mismos fines que desencadenaron la guerra.
Todo ello polarizó aun más las divisiones entre hutus, dividiendo opiniones. El régimen de Habyarimana sentía la necesidad de mantenerse en el poder, y la forma en que lo intentó fue oprimiendo y manipulando.
Los hutus se dividieron así en tres grupos: moderados, extremistas, y el gobierno, destacando el enfrentamiento entre los grupos de septentrionales y los meridionales; la oposición a los hutus radicales comenzaba a aparecer.
La reaparición de los tutsis en el escenario político ruandés después de 30 años de exilio no era sólo la llegada de una población excluida, sino la de un grupo cuyas ideas manifestaban una alternativa extrema, y muy opuesta a la política tribal conservadora, mantenida por los líderes hutu esas tres décadas.
La tensión en Rwanda había aumentado hasta alcanzar niveles insoportables para 1994. Las manifestaciones se caracterizaban por una extremada violencia, grupos armados, como los interahamwe, comenzaban a recibir instrucciones y entrenamiento para comenzar la lucha armada, las manifestaciones se caracterizaba por una extremada violencia, etc. Sin embargo, los ánimos se agudizaron en octubre de 1993, con el asesinato del primer presidente democráticamente elegido en el país vecino Burundi, el hutu Melchior Ndadaye; este hecho provocó gran revuelo en Rwanda, ocasionando que muchos movimientos extremistas condenaran movimientos hacia la democracia, atribuyendo esa muerte a la “evidente brutalidad” tutsi.
El 6 de abril es asesinado el presidente Habyarimana, junto con el presidente de Burundi, al ser derribado el avión presidencial donde ambos viajaban; inmediatamente se desencadenó la masacre.
Las cifras del genocidio dadas a conocer posteriormente revelaron que fueron asesinadas más de 800 mil personas, siendo eliminada más del 70% de la población tutsi, además de que cualquier hutu que se opusiera al legado de Habyarimana también moría a manos de los hutus más radicales.

Juvenal Habyarimana (Click en la foto)


Para Complementar, ver Historia de Rwanda




Para filmografía del conflicto ver Hotel Rwanda, Algunas veces en Abril y Flores de Rwanda





Bandera de Rwanda


Rwanda es un país de África Central. Limita con Uganda, Burundi, República Democrática del Congo y Tanzania. Es un pequeño país ubicado en la región de los Grandes Lagos de África conocido como las "nieblas de África", también por su fauna salvaje, principalmente por sus gorilas de montañas, por sus ciudades típicas y por los parques nacionales y parajes naturales que ofrece su paisaje montañoso. Su terreno fértil y montañoso que le da el título de "Tierra de mil colinas".
Su historia se remonta al siglo IV a.C. cuando los twas, pigmeos cazadores, penetraron las montañas boscosas de Ruanda y se instalaron allí de manera permanente. Unos siglos más tarde, hacia el XI d.C, agricultores hutus comienzan a llegar a la región y a establecerse de forma sedentaria, conviviendo con los twas en paz. Cien años después, granjeros tutsis llegan a Ruanda provenientes de los alrededores principalmente de Uganda y también se instalan en la zona.
Pronto, los Tutsi comenzaron a imponerse sobre los Hutu, llevando a cabo campañas militares para deshacer a sus príncipes y consolidarse como los señores del territorio, sobre los hutus y los twas. A finales del siglo XIX Rwanda fue conquistada por los alemanes y se convirtió en parte de la colonia del Africa Oriental Alemán. Tras la derrota alemana en la Primera Guerra Mundial, el territorio de Rwanda pasó a ser administrada por Bélgica bajo mandato de la Liga de Naciones. Los belgas favorecieron el predominio Tutsi, con lo que aunque colonizados, los Tutsi siguieron dominando sobre el resto de la población, más numerosa.
Cuando los Tutsi pidieron la autonomía y más tarde la independencia en 1961, que llegaría en 1962, ésta les fue concedida pero con la condición de que el gobierno fuera elegido democráticamente por toda la población, lo que supuso su pérdida de hegemonía política y el paso del control político a manos Hutu, la mayoría de la población. Esta pérdida del poder no fue bien aceptada por los Tutsi, quienes más preparados militarmente por su tradición guerrera de siglos, dominaban el ejército y durante los años siguientes a la independencia, grupos organizados Tutsi se dedicaron a hostigar al gobierno y a la población hutu, mientras que otros emigraban a los paises vecinos, Burundi, Uganda y Tanzanía.
En 1972 se produjeron unas terribles matanzas en Burundi: 350.000 hutus fueron asesinados por tutsis y esto provocó, definitivamente, un sentimiento anti-tutsi por parte de la mayoría de los hutus en el interior de Rwanda. La población comenzó a exigir a su presidente Grégoire Kayibanda mano dura contra la antaño clase dominante en el país y la respuesta insatisfactoria por parte del presidente y los casos de corrupción en el gobierno, provocaron el golpe de Estado del general Habyarimana (de origen hutu), en julio de 1973.
El gobierno del general realizó una buena gestión del país hasta la segunda mitad de los 80, contando con el apoyo logístico y militar de Francia. También tomó la iniciativa de una reconciliación nacional. Estos datos son confirmados por el Banco Mundial, que presentaba a Ruanda como modelo de desarrollo en el África subsahariana durante la década de los 80, y por Amnistía Internacional que en 1990, daba como satisfactorio el respeto de los derechos humanos.
Sin embargo, durante los años de exilio, los Tutsis habían formado células guerreras en los páíses vecinos, y hacia 1990 el Frente Patriótico Rwandés invadió Rwanda desde Uganda y consiguió que en 1993 se firmara una paz ventajosa para ellos. Sin embargo, los resentimientos de los hutus no habían quedado atrás, al contrario, se avivaron ante la perspectiva de perder sus privilegios como grupo dominante de Rwanda, lo que derivó en el Genocidio de Rwanda de 1994.
Bandera de Sierra Leona






En el año de 1460, los portugueses llegaron al territorio hoy conocido como Sierra Leona. Sirvió como centro de comercio de esclavos, metales y piedras preciosas. En el siglo XVII, llegaron comerciantes ingleses. A finales del siglo XVIII, Inglaterra devolvió a los esclavos liberados a Sierra Leona.
En 1821, Sierra Leona fue fusionada con Costa de Oro (hoy Ghana) y Gambia, que dio lugar a la creación de los Territorios Africanos Británicos del Oeste. En 1898, la resistencia encabezada por Bai Buré, se levantó en armas. A un año del levantamiento, los ingleses los derrotaron.
Se obtuvo la independencia de Sierra Leona en 1960. Los británicos, dejaron en el poder a Sir Milton Margai, quien protegería sus intereses. Así, como secretario general del Partido del Pueblo, en 1961 se convirtió en el primer ministro de la Sierra Leona independiente.
En las elecciones de 1967, ganó el All People's Congress, con Syaka Stevens a la cabeza. Los criollos conservadores, los líderes tradicionales y los neocolonialistas británicos bloquearon el cambio. En abril de 1968 un grupo de oficiales subalternos tomó el poder en el «golpe de los sargentos» y restituyó a Stevens. En 1971, el líder rompió los últimos lazos con Gran Bretaña, proclamó la República y se convirtió en presidente.
En el año de 1981, el Congreso Sindical de Sierra Leona, declaró una huelga general en reclamo de un cambio en la política económica. La medida abarcó todo el país y significó un duro cuestionamiento al régimen de Stevens, que debió hacer algunas concesiones.
En marzo de 1991, las fuerzas rebeldes que operaban desde Liberia, ocuparon dos pueblos fronterizos. En 1992 el gobierno inició un programa de ajuste impuesto por el Fondo Monetario Internacional. James Funa, ex ejecutivo del Banco Mundial, fue nombrado ministro de Finanzas.
El Frente Revolucionario Unido, extendió la lucha armada a todo el país en 1995. En 1996, tras un golpe de Estado incruento, Strasser fue sustituido por el brigadier general Julius Maada Bio. Militares rebeldes encabezados por el mayor Johnny Paul Koroma derrocaron a Kabbah en mayo de 1997.
En septiembre, el ex presidente Kabbah solicitó ayuda a las Naciones Unidas para restablecer su gobierno. En marzo de 1998, las fuerzas ECOMOG de la ONU, tomaron las principales ciudades y regiones de Sierra Leona, precipitando la caída de Koroma y de la junta militar.
El gobierno de Kabbah consiguió estabilizarse en el correr del año y en marzo de 1998 ordenó detener las excavaciones de oro y diamantes (en manos de extranjeros desde hacía 60 años); quedaron exceptuados los ciudadanos de Sierra Leona. En los últimos meses del año las tropas rebeldes conquistaron más de la mitad de la capital. El ingreso de tropas nigerianas equilibró las fuerzas. Ambos bandos firmaron un cese al fuego en enero de 1999.
En mayo de 2002 tuvieron lugar las elecciones generales. Ganó Kabbah con el 70% de los votos. En julio del mismo año, las tropas inglesas de la ONU comenzaron a abandonar Sierra Leona. Dos meses después, el Consejo de Seguridad decidió extender el mandato a pedido del presidente Kabbah, preocupado por el conflicto civil en la vecina Liberia.
En marzo, comenzaron las actuaciones del tribunal de Naciones Unidas para juzgar los crímenes de los líderes de ambas partes del conflicto. Abogados del ex presidente liberiano Charles Taylor, involucrado en las investigaciones por crímenes de guerra de la corte especial, señalaron que las actuaciones de la misma no debían traspasar las fronteras de Sierra Leona.Luego de cinco años de misión, El Consejo de Seguridad de la ONU se retiró de Sierra Leona en diciembre de 2005 y dejó la seguridad en manos de las fuerzas locales.




Ahmad Tejan Kabbah (Click en la foto)


Filmografía sobre conflictos en Sierra Leona: Diamante de Sangre
Bandera de Uganda



El territorio ugandés se encuentra dividido en setenta distritos, en julio de 2006 el número de distritos se incrementó a 78. A su vez, estos distritos se agrupan en cuatro divisiones administrativas: Norte, Este, Central y Oeste. Los distritos deben su nombre a la ciudad cabecera. Así, la ciudad de Kampala se encuentra en el Distrito de Kampala. Los antiguos reinos tradicionales también mantienen su presencia simbólica, cultural y étnica en la organización político-administrativa del país con cierto reconocimiento oficial, siendo el mayor de ellos el de Buganda.
El presidente de Uganda, actualmente Yoweri Museveni, es tanto el jefe de gobierno como el Jefe de Estado. El presidente designa un primer ministro que le ayuda en sus tareas. El parlamento esta constituido por la Asamblea Nacional, que tiene 303 miembros, 86 de los cuales son designados por grupos de intereses, incluyendo a las mujeres y al ejército. Los restantes miembros son elegidos por un periodo de cinco años durante las elecciones generales.
Durante diecinueve años, con objeto de evitar la violencia sectaria, los partidos políticos han estado prohibidos. Pero en un referéndum el año 2006, los ugandeses optaron por cancelar esta prohibición y comenzar una transición hacia la democracia multipartidista.
Los conflictos que han caracterizado a Uganda, desde su acceso a ala independencia hasta la actualidad nacen del desequilibrio entre el sur favorecido por el clima, los factores agrícolas y la colonización, y el norte abandonado a su propia suerte, cuyos oriundos ocuparon puestos relevantes en el ejército, y los intentos de los regímenes de Milton Obote y de Idi Amin Dada de reducir los privilegios económicos de los ganda, a favor de sus respectivas etnias del norte.
Desde mediados de la década de los 60 hasta mediados de los 80 Uganda fue desestabilizada por los antagonismos entre el norte nilático y el sur bantú, antagonismos creados por la administración indirecta británica que favoreció política y socialmente a los sureños convertidos al cristianismo.
La caída del régimen de Amin Dada, de Milton Obote II y de Tito Okello, norteños, dio paso, en 1986, el régimen de Yoweri Museveni (sureño), que pese a conseguir la pacificación de amplios territorios y un importante crecimiento económico del país, que contrasta con el caos de sus predecesores y de los países vecinos, se enfrenta a movimientos de tendencia mesiánica y secesionista del norte, fundamentalmente por la desnudez económica y material o la pobreza generalizada de esta parte.
Idi Amín "Dada"

Los ganda sureños, que constituyen la principal etnia de Uganda, son defensores del federalismo y del multipartidismo contra el Estado centralizador y el sistema de “democracia sin partidos”, instaurado por Museveni sistema instaurado desde 1986 y que prohibía a los partidos políticos celebrar reuniones o manifestaciones. El 21 de septiembre de2004, el gobierno de Museveni ha anunciado el retorno al multipartidismo y la liberalización de la vida política del país mediante una enmienda constitucional que será sometida al referéndum.
Las elecciones generales tendrán lugar en febrero y marzo de 2006. El movimiento más activo contra el poder ugandés es el LRA de Alice Auma Lakwena y de John Kony, que desde 1988, se fundamenta en una ideología cristiano-animista, para liberar el norte de la ocupación y de las agresiones sureñas y crear un “Estado cristiano”, basado en los diez mandamientos y la institución de un nuevo mundo inspirado en la reconciliación del hombre con la naturaleza.
El apoyo suministrado por los Estado Unidos a Uganda y a través de este país, al SPLA, para luchar contra Sudán catalogado como un país que acoge el terrorismo y el fundamentalismo islámico, ha llevado a Sudán a ayudar militarmente al LRA contra el régimen de Yoweri Museveni.Sin embargo el 4 de agosto de 2004, el gobierno de Sudán autorizó por primera vez al ejército ugandés atacar el campo militar de LRA situado en el sur del país, en Bileniang, destruyendo las estructuras militares del movimiento guerrillero, que difícilmente podría sobrevivir a las pérdidas humanas y materiales sufridas.






Filmografía sobre el dictador Idi Amín: El Último Rey de Escocia



África, con sus 53 países, es un continente muy rico en contrastes y diferencias con respecto a la superficie de lo países que lo forman, entre ellos: su población, recursos físicos y naturales, culturas, estructuras socioeconómicas e instituciones políticas.
El continente africano está compuesto de diferentes zonas ecológicas: varios países están cubiertos de bosques tropicales y la sabana, y otros son áridos o semiáridos. Algunos tienen acceso al mar, 14 carecen de litoral oceánico y seis son islas. Estas diferencias permiten explicar la desigualdad en el desarrollo y los diversos resultados económicos.
África cuenta con más de 2.000 nacionalidades a menudo con su propia historia, lengua o costumbres, es decir sin un denominador común, y a veces opuestas por antagonismos ancestrales o atávicos, legados por varios siglos de esclavitud y colonización, por manipulaciones poscoloniales de exclusión, por una parte entre los distintos grupos étnicos, y por otra entre dichos grupos y el Estado heredado de la colonización. Este estado mantiene aun el centralismo, las estructuras y los mecanismos heredados de aquella e imponiendo las ideologías oficiales contra las identidades étnicas, para la construcción nacional.
Tras la segunda guerra mundial, las potencias coloniales europeas quedaron psicológica y físicamente debilitadas, y la balanza de poder internacional se trasladó a los Estados Unidos y la Unión Soviética, dos estados declarados anticolonialistas.
En el norte de África, la oposición al gobierno francés se desarrolló a partir de 1947 con actos terroristas esporádicos y motines. La revolución argelina comenzó en 1954 y continuó hasta la independencia del país en 1962, seis años después de que 1Marruecos y Túnez lograran su independencia. En el África subsahariana francesa se hicieron esfuerzos para contrarrestar los movimientos nacionalistas, al conceder a los habitantes de los territorios la ciudadanía total y permitir a diputados y senadores de cada territorio asistir a las sesiones de la Asamblea Nacional francesa. No obstante, el sufragio limitado y la representación comunal asignada a cada territorio se demostró inaceptable. En los territorios británicos el ritmo de cambio también se aceleró después de la guerra. Empezaron a aparecer partidos políticos que englobaron a tantos grupos étnicos, económicos y sociales como fue posible. En Sudán, los desacuerdos entre Egipto y Gran Bretaña sobre la dirección de la autonomía sudanesa obligó a que los británicos aceleraran el proceso de independencia de estos territorios, Sudán se independizó en 1954. Durante la década de 1950, el ejemplo de las nuevas naciones independientes de otros continentes, las actividades del movimiento terrorista Mau-mau de Kenia y la efectividad de líderes populares como Kwame Nkrumah incrementaron todavía más la velocidad de dicho proceso. La independencia de Ghana en 1957 y de Guinea en 1958 desató una reacción en cadena de demandas nacionalistas. Sólo en 1960 empezaron a existir diecisiete naciones africanas.
A finales de la década de los setenta casi toda África era independiente. Las posesiones portuguesas —Angola, Cabo verde, Guinea-Bissau, y Mozambique— se independizaron entre 1974 y 1975, después de años de lucha violenta. Francia renunció a las islas Comores en 1975, y Djibouti consiguió la independencia en 1977. En 1976 España dejó el Sahara español, que entonces fue dividido entre Mauritania y Marruecos. Sin embargo, estalló una cruda guerra por la independencia. Mauritania renunció a su parte en 1979, pero Marruecos, que tomó posesión de todo el territorio, continuó la lucha con el Frente Polisario, de carácter independentista. Zimbabue consiguió la independencia legal en 1980.
Los jóvenes estados africanos se enfrentan a varios problemas fundamentales. Uno de los más importantes es la creación de un Estado nacional. Gran parte de los países africanos retuvieron las fronteras que habían trazado arbitrariamente los diplomáticos y administradores europeos del siglo XIX. Los grupos étnicos podían quedar divididos por las fronteras nacionales, pero los lazos de lealtad que unían a tales grupos eran a menudo más fuertes que los nacionales. No obstante, cuando los estados africanos consiguieron la independencia, los movimientos nacionalistas dominantes y sus líderes se instalaron en un poder casi permanente. Llamaron a la unidad nacional y recomendaron encarecidamente que los sistemas parlamentarios de varios partidos fueran descartados en favor de un Estado con partido único. Cuando estos gobiernos no pudieron o no quisieron cumplir las expectativas populares, el recurso era a menudo la intervención militar. Al dejar la administración rutinaria en manos de la burocracia civil, los nuevos líderes militares se presentaron como eficientes y honestos guardianes públicos, pero pronto desarrollaron el mismo interés por el poder que caracterizó a sus predecesores civiles. En muchos estados, el comienzo de la década de 1990 despertó un renovado interés en la democracia parlamentaria de varios partidos.
El desarrollo económico también representa un gran problema. Aunque gran número de países africanos poseen considerables recursos naturales, pocos tienen los fondos financieros necesarios para el desarrollo de sus economías. Las empresas privadas extranjeras a menudo han considerado la inversión en áreas subdesarrolladas demasiado arriesgada, y este punto de vista se justifica en muchos casos. Las mayores fuentes de financiación alternativas son las instituciones de préstamos nacionales y las multinacionales.
Las esperanzas de un mejor nivel de vida para las naciones africanas se han incrementado, y los precios de los bienes de consumo y otros bienes manufacturados se han mantenido, pero el precio de la mayoría de las materias primas africanas ha bajado. La recesión mundial de principios de la década de 1980 multiplicó las dificultades iniciadas con el aumento del precio del petróleo en la década de los setenta. Serios problemas con las divisas y una deuda exterior creciente agravaron el descontento público. El hambre y las sequías se extendieron por las regiones centrales y norteñas del continente en la década de los ochenta, y millones de refugiados abandonaron sus hogares en busca de comida, incrementando los problemas de los países a los que huían. Los recursos médicos, todavía inadecuados e insuficientes, se vieron desbordados por las epidemias, el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), el cólera y otras enfermedades. A finales de la década de 1980 y primera mitad de la siguiente década, los conflictos locales en Chad, Somalia, la zona del Sahara, Suráfrica y otras zonas del continente desestabilizaron gobiernos, interrumpieron el progreso económico y costaron la vida a miles de africanos. Después del final de la guerra civil en Somalia en 1991, un gobierno separado se estableció en Eritrea, que declaró su independencia en 1993.
En abril de 1994 estalló la lucha entre los dos principales grupos étnicos de Rwanda, los hutu y los tutsi, después de que los presidentes de Rwanda y Burundi murieran en un sospechoso accidente aéreo. Los problemas en esta zona central de África han continuado a lo largo de 1996 y 1997, así como en Argelia, al norte, cuya paz y desarrollo están siendo amenazados por los atentados violentos cometidos por grupos integristas islámicos.
Otro problema del continente africano ha sido la incapacidad de proyectar su voz en los asuntos internacionales. La mayoría de los estados africanos se consideran parte del Tercer Mundo y son miembros de la Organización de Países No-Alineados, a la que consideran un instrumento válido para hacerse oír en el concierto internacional de naciones. Sin embargo, a causa de su falta de poder militar o financiero, las opiniones de los países africanos rara vez son tomadas en cuenta. El fin de la política de segregación racial (apartheid) en Suráfrica, a principios de la década de los noventa, llevó a la celebración de las primeras elecciones multirraciales en abril de 1994.

El continente de las tribus


Antes que camerunés, nigeriano, congoleño o zimbabués, el africano común, aún marcado por la solidaridad comunitaria, se identifica como basa, yoruba, lunda o ndebele, que son para él verdaderas naciones. Ello conduce a considerar a África como el continente de las tribus, más aún cuando los conflictos de las tres o cuatro últimas décadas se han desarrollado sobre la base de las rivalidades ente comunidades.
El término tribu no expresa la realidad de las comunidades africanas que son anteriores y posteriores a al colonización, cada una con su propia historia, lengua e identidad cultural. En cuanto la nacionalidad, se trata de una noción próxima a la de grupo étnico y pueblo, al expresar el desea de mantener por parte de un grupo determinado su identidad colectiva propia, étnica, cultural, confesional, y lingüística, que podría conducir hasta la existencia estatal autónoma mediante la secesión. Estas tendencias son frecuentes en África, como en los casos de Katanga, Kasai, Kiuv, Biafra, Ogaden, el sur de Sudán, en países como Mozambique, Angola, Uganda, Camerún y Eritrea.
El Estado y las etnias
Las élites africanas que controlan los Estados poscoloniales han interiorizado el discurso colonial con la subsecuente indigenización de los africanos, bajo la excusa de la estabilidad política interna y desarrollo económico amenazados por las fuerzas centrífugas etnicistas o secesionistas, y de pronto dicho discurso se transformó en una estrategia de confiscación del poder para una minoría social o étnica.
De este modo, el Estado poscolonial se convirtió en un instrumento de dominación de clase o de una etnia mediante estrategias de integración en torno a una ideología de legitimación, la dictadura militar o la creación de nuevas instituciones homogeneizadoras o monopolizadoras del poder tales como el partido único, el sindicato único, el movimiento único de las mujeres o de la juventud siendo la meta la institución de un Estado-Partido-Nación. Es decir: una sola nación, un solo pueblo, un solo partido y un solo líder. En contra de la sociedad multiétnica.
Transformando en la fuente de promoción de nuevos valores y en el instrumento de distribución de recursos y privilegios ocasionando un desarrollo desigual entre las clases, las etnias y las distintas regiones, el Estado se encontrará en el centro de las luchas entre las autoridades contrales y étnicas, que controlan las zonas productoras de materias primas o las que encaran la autoridad tradicional para vengarse o liberarse del colonialismo interno.
Las rivalidades entre las élites dentro de una misma etnia siempre han sido una constante en el fenómeno étnico en África, sobre todo en los grupos étnicos con importantes clanes como los tetelas, los luba, los somalíes, donde existen implacables luchas internas para la representación de la etnia. Los vencidos suelen optar por la alianza con los demás grupos étnicos p con la autoridad estatal contra los vencedores y sus proyectos.
Inspirados en la política colonial de divide y vencerás, los Gobiernos centrales poscoloniales destacarán para su provecho las rivalidades interétnicas entre los líderes de los grupos étnicos para debilitar las etnias, con el fin de perpetuarse, someterlas o imponer la dominación de una nueva. Dela misma manera que debe existir una cierta unanimidad en torna a algunos valores y mecanismos institucionales en los países democráticos para el buen funcionamiento del Estado, en África el consenso de hace sobre el papel hegemónico de tal o cual grupo étnico para asegurar su funcionamiento.
Las relaciones entre el Estado y las nacionalidades en África son las de antagonismo, al nacer de una ruptura entre las masas y los dirigentes. De esta forma podemos decir que se ha desaprovechado la osmosis de las múltiples nacionalidades entre varios territorios, y que debería servir como un potencial factor de unión, desde los pueblos.






Agustín Muganza es un soldado del Ejército Rwandés que está casado con Jeanne, una mujer tutsi en la Rwanda de 1994. Con ella tiene dos hijos, Marcus e Yves-André, y una hija, Anne-Marie. Él es un hutu moderado que apoya el regreso de los Tutsis a Rwanda después de un exilio de cerca de 30 años. Por el otro lado, su hermano, Honoré Butera, es un periodista que lanza propaganda anti tutsi por la radio y promueve el odio a los miembros de esta raza.
El 6 de Abril de 1994 el avión en el que viajaba el presidente Juvenal Habyarimana junto con su homólogo de Burundi es tirado y explota sin que se encuentre ningún responsable directo y entonces Agustín comprende que los hutus radicales, simpatizantes del gobierno y opuestos al regreso de los tutsis comenzarán a atacarlos pronto así como a aquellos que simpaticen con ellos.
Esa noche logra ocultar a su familia, pero pronto se ven obligados a huir, y para esto, Agustin le pide ayuda a su hermano, para que pase a su esposa e hijos y a la esposa de Xavier, un militar amigo suyo, por los retenes y los ponga a salvo. Lo que Agustin sólo pudo saber hasta mucho después fue que en el camino, Honoré, que conocía los manejos con los extremistas hutu, no pudo negociar su pase y sólo pudo ver como asesinaban a los hijos de su hermano y golpeaban a su esposa.
Años después Honoré está preso por apoyar la masacre. Y desde la cárcel le pide a Agustin que vaya a verlo pues le contará qué fue lo que pasó con su esposa e hijos, pues sabe que su hermano lo culpa de haberlos entregado, o al menos no haberlos protegido bien de los hutus radicales.
Así, Algunas veces en Abril se convierte en un testimonio fiel y realista del genocidio llevado a cabo en Rwanda en abril de 1994. A través de los ojos de los protagonistas, Agustin y Honoré, el filme da un recorrido por los 3 meses que duró el genocidio, las atrocidades que iban en crescendo y el número de muertos que al final se estimó en un mínimo de 800,000 personas.
El genocidio de Rwanda no fue tanto un acto racial como uno político, lo que se demuestra por el hecho de que en general se atacó también a aquellos simpatizantes, principalmente hutus moderados, del retorno y establecimiento de los tutsis en el país. Esto se debía a que los que se hallaban en el poder querían mantener sus privilegios, lo que sería difícil una vez que la minoría tutsi, desde la época colonial elegidos como los dirigentes y élite de Rwanda, regresaran al país.
El genocidio de igual forma no fue preparado de la nada, sino de una falange mayoritaria y radical de hutus lo perpetró y lo tenían bien planeado desde tiempo antes. Sólo se necesitaba un pretexto para llevarlo a cabo. En la película se ve cómo ya la familia de Agustin vivía bajo presión por las crecientes agresiones contra los tutsis, al grado que su esposa le pedía abandonar el país, y le reprochaba haber mandado a su hija a un internado católico, lejos de Kigali.
Una vez desencadenada la violencia, no hubo nada que pudiera detenerla. Sólo el tiempo. Durante tres meses el número de víctimas fue en ascenso exponencialmente cada día, y las medidas eran cada vez más duras. En la película podemos observar también el uso que se hizo de las listas de identificación racial del gobierno. Se cazaba a los residentes tutsis y sus familiares hutus en sus propias casas.
A muchos en efecto no les quedaba de otra más que entregar a sus amigos o a gente cercana o morir junto a ellos. Incluso aquellos que albergaban por un tiempo a los fugitivos terminaban deshaciéndose de ellos o bien muertos por encubrirlos y ser sospechosos de ser hutus moderados.
En especial les fue mal a las mujeres. Una gran cantidad fueron violadas y después masacradas. Pocas vivieron para contarlo. En la película, el caso de la excompañera de Anne-Marie, quien al final va a rendir su testimonio al tribunal en el que comparece Honoré, da cuenta de la inhumanidad con las que fueron tratadas todas las mujeres que eran atrapadas por el Frente Patriótico Revolucionario.
Sin embargo, muchos de los agresores quedaron impunes por falta de pruebas. Del mismo ejército rwandés, que entrenó a las milicias Interahamwe, (golpeemos juntos) no fueron procesados ni ajusticiados los perpetradores del genocidio, o por lo menos no todos los que participaron activamente.
Algunos mandos y miembros del ejército Rwandés fueron responsabilizados más tarde por no frenar la matanza, y algunos incluso con pruebas que los inculpaban de haber participado activamente. Pero de los soldados desconocidos no había forma real de probar que hubiesen realizado una acción genocida. Se dependía exclusivamente del testimonio de los sobrevivientes y de que éstos reconocieran a los agresores.
Así es como se ve al final de Algunas veces en abril. Superando el miedo, los sobrevivientes se reúnen a tratar de identificar a los acusados de genocidio, y aunque muchos no reconocen a ninguno, algunos saltan cuando identifican a alguien que mató a un vecino, o que golpeó a un amigo, o a un familiar, etcétera.
Así, la masacre de Rwanda sigue siendo un motivo de vacío para aquellos que sobrevivieron para recordar la pesadilla vivida durante cerca de 100 días en su país. Cabe mencionar que aunque obedecía a intereses políticos, el genocidio no significó nada más en términos de estrategia, política o economía. Al contrario, solo sirvió para diezmar al país y su frágil economía al conseguir que todos los europeos, por tradición económicamente fuertes, huyeran del país al estallar el conflicto, y matar a más de la mitad de la población tutsi de rwanda y un equivalente al 11% del total.
Así, cada abril los rwandeses recordarán y sentirán de nuevo el vacío que les dejó aquel abril de 1994 en el que muchos perdieron mucho más que la vida: la esperanza, la tranquilidad y que con mucho esfuerzo, aquellos inocentes que sobrevivieron, han tratado de recuperar día a día con el paso de los años en Rwanda.



Nicholas Garrigan acaba de graduarse en medicina, y para escapar de la monótona vida con sus padres en Escocia, decide viajar lo más lejos posible para ir a la aventura y practicar su profesión de una manera más divertida. El país seleccionado es Uganda. Así, el doctor Garrigan llega en 1971 a la casa de un colega donde le ayudará a atender a los enfermos ugandeses.
Pero debido a un accidente, Garrigan se ve de pronto íntimamente relacionado con el nuevo presidente de Uganda, Idi Amín, quien acaba de dar un golpe de Estado destituyendo al antiguo presidente Milton Obote. La gente lo aclama, lo celebra y busca saludarlo cuando pasa por las calles, así que Garrigan asume que es un buen líder y acepta de buena gana el puesto de médico personal del presidente.
Poco a poco Nicholas se da cuenta de que Idi Amín en realidad se ha convertido en un tirano cruel y el antes buen gobierno para Uganda se derrumba poco a poco por las paranoias y perversiones de su nuevo presidente. Cuando Amín comienza a culpar a Garrigan de las desgracias que asolan a su país, el doctor intenta escapar de Uganda protegiendo al mismo tiempo a una de las esposas del presidente, quien es objeto de su crueldad.
El último Rey de Escocia, película dirigida por Kevin McDonald y estelarizada por Forest Whitaker y James McAvoy relata los años en los que Uganda fue asolada por la cruel dictadura del General Idi Amín “Dada” (Whitaker). Vista a través del ficticio doctor Nicholas Garrigan, (McAvoy), se nos presenta cómo la personalidad del dictador se va develando conforme pasa el tiempo de un amistoso presidente salido del pueblo a un despiadado tirano paranoico que no confía ni en sus colaboradores más cercanos.
Idi Amín nació en 1924 en Koboko. A los 19 años se enroló en el ejército ugandés cuando el país aún estaba colonizado por los británicos, lo que le permitió viajar en 1960 primero a Inglaterra y más tarde a Israel a complementar la rudimentaria educación que tuvo de pequeño. Esto a su vez le permitió ascender de rango en el ejército.
Para cuando llegó a presidente, Idi Amín había logrado obtener el grado de General en el cuerpo de los Rifles Africanos del Rey, una división del ejército colonial británico, ubicado en Somalia. Aquí Amín se distinguió por su naturaleza cruel y despiadada. Más e una vez sus superiores británicos estuvieron a punto de llevarlo ante un consejo de guerra por las atrocidades cometidas durante su estancia en el cuerpo.
Un dato curioso es cómo se ganó el apodo “Dada”. Se cuenta que lo descubrieron alojando a dos mujeres en su cuartel. Él alegó que una era su esposa legítima y la otra su hermana, “dada” en swahili. Así comenzaron a llamarlo Idi Amín “Dada”, apodo que se le quedaría para siempre recordando un suceso que a su vez daba cuenta de su naturaleza promiscua.
En efecto, esto se puede observar en la película: con varias esposas, al menos 4 presentadas al doctor Garrigan y aproximadamente 20 hijos, en promedio 5 por cada esposa dan cuenta de esto. Incluso, para poder hacerlo legalmente, el dictador instituyó la poligamia en 1973.
Es de suponer que el dictador también se distinguía por la crueldad con la que trataba a sus esposas y en general a las mujeres. Se ve, de hecho en la película, por el hecho de que tiene abandonada a Kay, una de sus primeras esposas, según la película por tener un hijo epiléptico, pero aún así la tiene vigilada y la observa para que no cometa alguna acción deshonorable para él, el presidente.
En la película esto facilita el acercamiento y romance de ésta y el doctor Garrigan. Todo parece ir bien, cubierto y algo que sólo ellos saben. Hasta que ella queda embarazada e intenta hacer todo lo posible por que Garrigan la ayude a abortar. Él insiste en llevarla al hospital, pero el director se niega, diciendo que así tarde o temprano el dictador se enteraría y los mataría a los 3.
Finalmente resulta que Amín, en venganza, hace desaparecer a su esposa y la pone en un lugar donde Garrigan puede encontrarla, totalmente desmembrada. Esto ocurrió en la realidad, su esposa fue encontrada descuartizada en el garaje de un médico en 1974. La versión manejada en la película tal vez resulte que fue en el garaje de Garrigan donde más tarde se encontró a Kay. La diferencia es que el médico real en cuestión se quitó la vida y a sus hijos para evitar la tortura y la muerte dolorosa.
Esto solo refleja la personalidad de Idi Amín. Sin embargo, queda transportada a su faceta de hombre de Estado, pues no pudo ser cruel sólo hacia su vida privada. Los disidentes y aquellos sospechosos de traición eran desaparecidos y ejecutados. Así fue el caso, en la película, del ministro de salud Joah Waswa, quien sólo por una sospecha de traición fue desaparecido.
Por otro lado, sus creencias islámicas combinadas con un profundo sentimiento antioccidental lo llevaron a tomar políticas cada vez más radicales que terminaron por minar la economía de su país y su imagen a nivel mundial. Algunas acciones, como la expulsión de 700 mil asiáticos, antisemitismo y el apoyo a la invasión árabe a Israel fueron en parte las causantes de ese desprestigio.
En la película se ve cómo su carácter paranoico y también supersticioso fue en parte lo que lo llevó a tomar estas medidas. Al inicio se ve a un Amín que cree firmemente que la economía se recuperaría expulsando a los asiáticos del país. Garrigan intenta disuadirlo y Amín lo hace a un lado alegando que a Garrigan sólo le interesa proteger a su sastre. Sin embargo, cuando la economía se cae, culpa a Garrigan por no haberlo convencido de no expulsar a los asiáticos.
Así, Idi Amín se convirtió del héroe al monstruo de Uganda. Rumores que corrían sobre él, incluyendo el de canibalismo no hacían más que avivar el terror que el pueblo en general sentía contra él. Cerca de 300,000 mil Ugandeses, inocentes o culpables de disidencia o de ser partidarios de Milton Obote fueron asesinados durante los 8 años del gobierno de Amín. En 1979 con la invasión de Tanzania, Uganda finalmente vio partir al exilio al que su principal verdugo por casi una década.



"La triste historia de África,

es que siempre que se encuentra algo de valor,

sus habitantes sufren y mueren en la miseria”



La película “Diamante de sangre”, está basada en los conflictos que ha traído consigo la explotación de la industria de diamantes. El título de la cinta, hace referencia a los diamantes de guerra, que son vendidos en el extranjero para financiar los conflictos dentro del país. Se contextualiza en la guerra civil de Sierra Leona, que tuvo lugar en la década de los noventa.
Cuenta la historia de Solomon Vandi, un hombre que ha puesto en su hijo mayor todas sus esperanzas. Solomon Vandi, es un pescador, que día a día trabaja para sacar adelante a su familia. Su primogénito, Dai, es un gran estudiante y Solomon se siente muy orgulloso de él; añora que un día pueda convertirse en doctor y cambiar así el destino de su familia.
La situación cambia el día en que Solomon es apresado por el Frente Unido Revolucionario (FUR) y es separado de su familia. Lo llevan a trabajar a un campo de diamantes. Una vez en el campo, encuentra una piedra rosa de gran tamaño. Es sorprendido con ésta, pero una emboscada impide que los rebeldes se lo quiten.
Es llevado a prisión y en este lugar conoce a Danny Archer, un traficante que ha perdido un gran negocio. Al enterarse de la existencia del diamante, Archer saca de la cárcel a Solomon y conoce su historia, mediante la cual puede obtener lo que desea. Su historia, se entrelaza con la de su país, desde que fue habitado por los portugueses que buscaban esclavos.
En 1460, cuando los portugueses llegaron al actual territorio de Sierra Leona. Los comerciantes europeos buscaban esclavos, metales y piedras preciosas. La situación continúo hasta el año de 1898, en que la resistencia, encabezada por Bai Buré, se levantó en armas. Fueron derrotados por los ingleses, luego de casi un año de campaña.
En 1960, este país obtuvo su independencia. Esto fue un mero trámite, ya que la presencia de ingleses siguió, y sus intereses se anteponían a la estabilidad de Sierra Leona. En 1961, el primer ministro del estado independiente, Sir Milton Margai, llegó al poder. La delincuencia y el tráfico de diamantes, fueron el gran negocio de los detentores del poder.
En 1971, Stevens, rompió los últimos lazos con Gran Bretaña. Se convirtió en presidente y proclamó la República.
En el año de 1995, el Frente Revolucionario Unido, extendió la lucha armada a todo el país. En 1996, tras el golpe de Estado, el presidente Strasser fue sustituido por Julius Maada Bio. Las elecciones presidenciales realizadas en febrero, fueron ganadas por Ahmad Tejan Kabbah, del Partido Popular de Sierra Leona (PPSL).
Un año después, Kabbah fue derrotado por militares rebeldes, encabezados por Johnny Paul Koroma. Kabbah solicitó ayuda de la ONU para restablecer su gobierno. En marzo de 1998, las fuerzas ECOMOG de la ONU, tomaron las principales ciudades, con lo que se logró la caída de Koroma.
El gobierno de Kabbah consiguió estabilizarse y en marzo de 1998 ordenó detener las excavaciones de oro y diamantes. El ingreso de tropas nigerianas equilibró las fuerzas. Ambos bandos firmaron un cese al fuego en enero de 1999. El nuevo líder rebelde, Foday Sankoh, firmó en julio un acuerdo de paz con el gobierno.
Al enterarse que Solomon sabe dónde está el diamante, Danny le promete encontrar a su familia, si se lo entrega. De esta forma, emprenden un viaje hacia el lugar donde la codiciada joya se encuentra.
En su travesía, conocen a una periodista norteamericana, que está en búsqueda de nombres, lugares y demás datos para relacionar el tráfico de diamantes con el financiamiento de la guerra civil. A cambio de información, promete llevarlos al lugar donde el diamante está enterrado. Archer, revela a Maddy Bowen, el funcionamiento de la red para el comercio de diamantes.
Los compradores llevan las piedras a un intermediario en Monrovia, mediante el soborno, se testifica que los diamantes han sido adquiridos en Liberia, de esta forma pueden ser exportados. Son llevados a Amberes y cuando llegan a la India, se mezclan con los diamantes legales que llegan de diversas partes del mundo. Por este motivo, la guerra al interior del país es un negocio rentable.
Otra de las situaciones que se expone en la película, es la de los niños, que son separados de sus familias. Los guerrilleros los arman y entrenan para matar. Le hacen creer que ya no son niños, sino héroes que salvarán la nación. Les dicen también, que los extranjeros son causa del problema. Les dicen a los niños que son soldados de la revolución.
Se muestra una vez más a África como un territorio abandonado, con gobernantes corruptos, que son participes del saqueo y la miseria de su pueblo. La guerra civil, finalizó en el 2002, con el apoyo de la comunidad internacional. La misión internacional para la paz de la ONU, anunció el fin de las hostilidades el 14 de Enero de 2002.[] Ese mismo año se celebraron elecciones libres.[]


Miércoles, 01 de enero de 2003 - 15:59 GMT
Freno a los "diamantes de sangre"
Este miércoles entró en vigencia un acuerdo que busca frenar uno de los principales "motores" de la guerra en África: el contrabando de diamantes.
La exportación de los llamados "diamantes de sangre" ha sido una fuente de recursos para grupos rebeldes en algunos de los conflictos más brutales del continente africano, como las guerras de Sierra Leona, Angola y la República Democrática del Congo.
El nuevo esquema de control, conocido como Proceso Kimberley, lleva el nombre de una localidad de explotación de diamantes en Sudáfrica.
El sistema exige a los países africanos la exportación de diamantes con una certificación de "libres de conflicto", mientras que los países importadores se comprometen a adquirir en el mercado internacional sólo diamantes certificados.
También se contemplan reglas para verificar el origen de diamantes ya cortados, pulidos y en manos de fabricantes de joyas.
Críticas
El nuevo esquema es producto de dos años de negociaciones, y fue acordado en noviembre en una conferencia internacional en la ciudad suiza de Interlaken, a la que asistieron cancilleres de más de 30 países.
Algunas organizaciones de ayuda han criticado el sistema, señalando que la certificación de los diamantes no debe quedar librada a los países productores, sino ser verificada por un organismo independiente.
Señalan que sin verificación independiente, los certificados mismos serán objeto de un comercio ilegal.
Se estima que los diamantes contrabandeados desde zonas en conflicto representan sólo el 5% del total en circulación.
Aun así, su impacto en las guerras parece ser considerable. Mark Doyle, experto en asuntos internacionales de la BBC, señala que no es coincidencia que tres de las guerras más sangrientas de África -Angola, Sierra Leona y R. D. del Congo- hayan tenido lugar en países productores de diamantes.
Se estima que por lo menos 800.000 personas murieron durante los 27 años de guerra en Angola, donde los rebeldes controlaban vastas zonas productoras de diamantes.
El conflicto en la R. D. del Congo, que aún continúa, ha causado en cuatro años la muerte de más de dos millones de personas a raíz de la violencia, el hambre y las enfermedades, según estimaciones de organismos de ayuda.


Para ver documental de click aqui


El documental Flores de Rwanda, dirigido por el español David Muñoz, regresa al lugar donde tuvo lugar el genocidio fomentado por el odio entre hutus y tutsis. Mediante testimonios, se hace una valoración del país catorce años después del conflicto.
Se pregunta cómo es la convivencia entre “víctimas y verdugos”. Los entrevistados aseguran que ya no existe esa diferenciación que día a día tratan de convivir en paz. Hablan de la educación como un instrumento imprescindible para evitar conflictos futuros.
Con una duración de 24 minutos, el documental se centra en hablar de Rwanda en la actualidad, cómo luchan para enterrar los odios entre hutus y tutsis que en el año de 1994, dieron pie al genocidio que quitó la vida a más de 800 mil personas y terminó con el 70% de la población tutsi.
Mediante testimonios, nos muestra como es la convivencia después del conflicto. Se muestra el papel del Estado, para la reconciliación entre los hutus y los tutsis; para olvidar los problemas, y aseguran: Si las victimas no olvidan el estado lo hará.
Se busca dar igualdad de oportunidades y la educación para la reconciliación; éstos como mecanismos para que el genocidio no ocurra de nuevo. Se debe anteponer el patriotismo y se exhorta a ser primero rwandés, para evitar el separatismo en las nuevas generaciones. Se hace propaganda para hacer la unión, se les dice a los rwandeses, que no tienen por qué estar separados, si comparten un mismo territorio, la misma lengua y la misma cultura. No deben existir más las diferencias étnicas.
Se habla un poco de la responsabilidad internacional de la ONU y los Estados Unidos, por no intervenir, al momento de comenzar el genocidio. La matanza comenzó tras el asesinato del presidente Habyarimana; los Interahamwe, dieron la orden de terminar con los tutsis y con aquellos que los protegieran.
Si bien hay intentos, por sanar las heridas y disolver los odios, hay quienes se niegan a aceptar que víctimas y genocidas puedan convivir en el mismo territorio. “Un asesino anda suelto”, es el slogan que utilizan quienes están en desacuerdo con la liberación de los genocidas.

La película Hotel Rwanda, está ubicada en Kigali, en el año de 1994. Basada en una historia real, cuenta la historia de Paul Rusesabagina, interpretado por Don Cheadle, el gerente del Hotel Mil Colinas, lugar que se convierte en un campo de refugiados hutus y tutsis.
Paul entiende la difícil situación porque su esposa Tatiana, Sophie Okonedo, es tutsi. Se ve amenazado y lleva a su familia al hotel y con ella a sus vecinos. Queda como responsable del lugar y de esta forma, da su apoyo a diplomáticos, a sus propios vecinos y a niños huérfanos.
La historia comienza en vísperas de la firma del tratado de paz de la Organización de las Naciones Unidas, debido a este acontecimiento, hay cientos de extranjeros al interior del país.
Rwanda, estaba bajo el dominio de Bélgica. Después de la Segunda Guerra Mundial, el país queda bajo control de la ONU y la administración belga. Durante esta etapa, los tutsi fueron situados por encima de los hutu; obteniendo posiciones administrativas y militares. Fue en el año de 1926, cuando Bélgica introdujo las tarjetas de identificación racial.
Este acuerdo, no es aceptado por el grupo rebelde Interahamwe. Por medio de la Radio del poder hutu, se dice a los habitantes que los tutsi se aliaron con los colonos belgas, y con apoyo de éstos, robaron las tierras hutu. El locutor afirma: “Rwanda es la tierra de los hutu, somos la mayoría”. Se exhorta a acabar con todos los rebeldes del Frente Patriótico de Rwanda.
¿Cuál es la diferencia entre un hutu y un tutsi? Esta separación racial, fue establecida por los colonos belgas, según éstos, los tutsi son más altos y elegantes. Escogían a quienes tenían la nariz más estrecha y la piel más clara. Los belgas pusieron a los tutsi a gobernar el país. Cuando se fueron dieron el poder a los hutus y éstos se vengaron de los elitistas tutsi por tantos años de represión.
Con el fomento de un sistema democrático, en la década de los cincuenta, comienzan las rencillas ya que los tutsis temían perder sus privilegios. Los hutus, al ser mayoría, comienzan a demandar mejoras e igualdad para su comunidad; obteniendo como respuesta, la represión. Como respuesta, en el año de 1959, llegan al poder mediante una masacre. En las elecciones de 1961, supervisadas por la ONU, los hutus obtienen la mayoría de votos. En 1962, se otorga la independencia a Rwanda.
En julio de 1990, el presidente Habyarimana, accede al multipartidismo. En ese mismo año, Rwanda es invadido por guerrillas de tutsis provenientes de Uganda. En 1993 se firma un acuerdo de paz, llamado Arusha; seguido por un despliegue de tropas de la ONU. Al ser derribado el avión en que viajaba el presidente, se dio paso a la intervención de los Interahamwe, que se encargaron de aniquilar a los tutsis. Se asesinaron también, hutus moderados y opositores del régimen. Con esto el genocidio además del carácter étnico, incluye el político.
El detonante de la situación, es el asesinato del presidente Habyarimana. Comienza la matanza indiscriminada de hutus, que se anuncia con una frase: “Talen los árboles altos”. Los tutsis son asesinados, las casas quemadas y el descontrol se hace presente. Las mujeres son violadas y asesinadas. Los niños tutsis son asesinados para erradicar a la nueva generación.
La ONU y los países miembros, no intervienen para detener el genocidio, porque Rwanda no representa un voto para nadie. La única preocupación, son los extranjeros que se encuentran en el país, que son sacados de inmediato.
El Hotel Mil Colinas, es uno de los pocos sitios que no pueden ser intervenidos por el ejército hutu, por lo que cientos de personas llegan a refugiarse. La situación queda en manos de Paul y cada vez es más tensa. Debe sobornar a los generales para proteger a su familia y a los tutsis que se encuentran dentro del hotel.
El presidente de las aerolíneas belgas, SABENA, Mr. Tellens, es de la única persona que brindan apoyo a Paul desde el exterior, ya que todos los demás se deslindan de responsabilidades. Amenazan con cerrar el hotel si la situación no mejora, ya que el conflicto sólo les genera pérdidas.
Se otorgan permisos para la salida de familias tutsi, que saldrán del país con ayuda de la ONU, que está representada por el coronel Oliver, interpretado por Nick Nolte; quien está decepcionado de la nula ayuda de la ONU para detener el genocidio en Rwanda. Se prepara la evacuación y son atrapados por una emboscada. La radio del poder hutu, ofrece cien mil francos a quien entregue a la familia de Paul; ya que éste es considerado traidor por proteger “cucarachas” tutsi.
El genocidio acabó en Julio de 1994, cuando los rebeldes tutsi llevaron al ejército hutu y a la milicia Interahamwe hacia El Congo. Al final de la guerra, el saldo fue de más de ochocientos mil tutsis asesinados. Paul Rusesabagina dio refugio a 1268 hutus y tutsis en el hotel mil colinas de Kigali. En 2002 el general Augustin Bizimungu fue capturado en Angola y trasladado al tribunal de crímenes de guerra de la ONU en Tanzania.


  1. Kabunda, Badi, Mbuyi; Caranci Carlo (coordinadores). Etnias, Estado y Poder en África, Ed. Eusko Jaurlaritza / Gobierno Vasco, Salamanca, 2005.
  2. Sithole, Ndabaningi. El reto de África. Traducción de Francisco González Aramburo, Ed. FCE, México 1973
  3. Zoctizpum, Yarisse. África: problemas y perspectivas, Ed. El colegio de México, México, 1992. Huband, Mark. África después de la guerra fría. Las promesa rota de un continenete, Ed. Paidos, España, 2004.
  4. The Diagram Group, History of east Africa, Facts on file, Inc. USA, 2003
  5. King, P. F., Idi Amín Dadá, Editorial Diana 1977, México DF
  1. Hotel Rwanda
    Director: Terry George
    Actúan: Don Cheadle, Sophie Okonedo, Joaquín Phoenix
    País: Reino Unido, EUA, Sudáfrica, Italia
    Año: 2004
    Duración: 121 minutos
  2. Algunas Veces en Abril
    Director: Raoul Peck
    Actúan: Oris Erhuero, Idris Elba, Debra Winger, Pamela Nomvente, Carole Keremera
    País: Francia
    Año: 2004
    Duración: 139 minutos
  3. Flores de Rwanda (Documental)
    Director: David Muñoz
    Participan: Joseph Habineza, Douglas Greenberg, Eric Kabera, Marie-France Collard
    País: España
    Año: 2008
    Duración: 24 minutos
  4. El Último Rey de Escocia
    Director: Kevin MacdonaldActúan: Forest Whitaker, James McAvoy, Kerry Washington, Simon McBurney, Gillian Anderson
    País: Reino Unido
    Año: 2006
    Duración: 121 min.
  5. Diamante de Sangre
    Director: Edward ZwickActúan: Leonardo Di Caprio, Jennifer Conelly, Dijmon Hounsou, Michael Sheen, Arnold Vosloo
    País: Estados Unidos
    Año: 2007
    Duración: 140 minutos
  1. Biblioteca de consulta Encarta 2004
  2. http://es.wikipedia.org/wiki/Genocidio_ruand%C3%A9s
  3. http://www.elmundo.es/elmundo/2003/07/21/internacional/1058798361.html